martes, 27 de septiembre de 2011

¿Nuevas enfermedades mentales?



Psiquiatras, psicólogos clínicos, médicos de familia, educadores, psicoanalistas y trabajadores sociales -entre otros profesionales- han creado un movimiento bautizado como STOP DSM cuyo objetivo es denunciar que el Manual de diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales (DSM) -que en el 2013 se publicará su quinta versión- pretende que cualquier malestar emocional o psicológico sea considerado una “enfermedad” que requiere medicación.

Fuente : http://psicoterapia3.wordpress.com/

Josep Moya, uno de los psiquiatras impulsores de la campaña, califica el DSM de “peligroso” porque “se trata de un instrumento que tiende a convertir determinadas modalidades de malestar psíquico en supuestos trastornos mentales”. Hay que tener en cuenta que en cada nueva edición del DSM se incrementa el número de trastornos mentales. Un ejemplo es el llamado Trastorno Negativista de la Infancia que se define en términos educativos como el que corresponde a un niño que a menudo se encoleriza e incurre en pataletas, que a menudo discute con adultos, que a menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus demandas, que a menudo molesta deliberadamente a otras personas, que a menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento, etc. Todo lo descrito no son ‘síntomas’ sino comportamientos pero valdrá de nuevo para seguir medicalizando a la infancia, continuar drogando a los niños.

Para esta plataforma son especialmente preocupantes algunos de los “nuevos trastornos” que pretenden incluirse en el DSM-V. Entre ellos, el Síndrome de Riesgo de Psicosis, el Trastorno Mixto de Ansiedad Depresiva, el Trastorno Cognitivo Menor, el Trastorno de Atracones, el Trastorno Disfuncional del Carácter con Disforia, el Trastorno Coercitivo Parafílico, el Trastorno de Hipersexualidad y el de Adicciones conductuales. Y no se ría el lector que los impulsores de este manual van en serio (no me voy a cansar de recomendar y ne breve lo comnetaré en el blog el libro La timidez, de Christopher Lane para saber cómo se elabora el DSM). Como a usted le guste comer demasiado, haga el amor más de lo razonable, se sienta alguna vez ansioso y deprimido o simplemente manifieste algún comportamiento o emoción que no le parezca “normal” a su psiquiatra prepárese a ser diagnosticado como “enfermo mental” y a ser medicado.

Allen Frances -exjefe del Grupo de Tareas del DSM-IV- ofrece en su escrito Abriendo la Caja de Pandora: las 19 peores sugerencias del DSM-V algunas nociones sobre esas supuestas “enfermedades mentales”. Así, al Síndrome de Riesgo de Psicosis lo define como “la más preocupante de las sugerencias hechas para el DSM- V. La tasa de falsos positivos sería alarmante”. Sobre el Trastorno Mixto de Ansiedad Depresiva denuncia que habla de síntomas no específicos tan habituales entre la gente corriente que podría convertirse de inmediato en uno de los “trastornos mentales” más comunes. Del Trastorno Cognitivo Menor dice que está pensado para personas mayores de 50 años y es absurdo medicalizar las disminuciones cognitivas “que son de esperar a esas edades”; a su juicio su aprobación como “trastorno mental” daría lugar a tratamientos innecesarios y peligrosos.

Fuente: Miguel Jara (periodista)

¿Realmente como terapeutas (o como psiquiatras) necesitamos medicalizar cada uno de los comportamientos humanos, cada una de las situaciones de malestar que todos en algún momento de nuestra vida vivimos?, ¿es necesario poner etiquetas a cada vulnerabilidad, a cada cambio emocinal?. La clave estaría en saber si lo hacemos por las personas a las que atendemos, o por nosotros mismos, para "quedarnos tranquilos" porque hemos "dado" con el problema y lo hemos "diagnosticado". Señores, reflexionemos un poco y seamos coherentes con lo que decimos y pautamos. Todos necesitamos "mapas" que guíen nuestra intervención, pero si encasillamos a las personas con una determinada "enfermedad", ¿realmente esto favorecerá a su recuperación?. Yo me quedo con mis mapas que hablan de las capacidades de las personas, de las capacidades de la familia, y de cómo todos pasamos por etapas complicadas, pero que son básicamente eso; etapas.


No hay comentarios: