jueves, 5 de julio de 2012

CONFERENCIA “LA ADOPCIÓN Y EL CICLO VITAL: HACERSE MAYOR COMO PERSONA ADOPTADA”

DAVID BRODZINSKY
UNIVERSIDAD DE COMILLAS, 5 DE JULIO DE 2012

El significado de ser adoptado ha cambiado a lo largo de la historia, y tenemos que tener en cuenta los diferentes contextos en los que se produce la adopción.
En el contexto social ha cambiado mucho el proceso de adopción en los últimos 50 años, ¿quién es adoptado? y ¿quién adopta? son interrogantes que cuya respuesta se ha ido modificando a lo largo del tiempo. Primero eran solamente bebés los menores que se daban en adopción, así como los deseados por los adoptantes. La edad de los menores en proceso de adopción ha ido en aumento, así como que, con el tiempo, ha habido muchos menos niños disponibles para la adopción (en la protección del menor se ha primado el mantenimiento del menor con su familia de origen, trabajando lo posible con éste núcleo para que el menor pueda reunirse con ellos lo antes posible).

Actualmente los menores que se adoptan son más mayores, por lo que ya tienen una historia previa; han podido estar en distintos centros de protección, en familias de acogida, han podido sufrir maltrato institucional… También se observa mucha diferencia de edad entre los padres adoptantes y los menores. Se están dando casos de padres adoptivos muy mayores (lo que últimamente conocemos como “padres añosos”), hay países en los que esto está regulado en su legislación (en España, por ejemplo), pero en EEUU esto no está limitado, por lo que se están dando casos de padres con más de 60 años que adoptan a menores. En cuanto a quién adopta, a parte de su edad, podemos señalar que, dependiendo en el país que se esté, familias monoparentales, mujeres solas, homosexuales, pueden ser candidatos o no a ser padres adoptivos.

Se ha ido normalizando el “ser adoptado”, ya no es un estigma. Ahora la persona adoptada puede sentir que es una situación normalizada, puede por lo tanto preguntar por sus orígenes ya que, de alguna manera, está permitido hacerlo sin peligro de poner en riesgo el vínculo con sus padres adoptivos. En un país donde se fomente mucho la adopción internacional, la adopción interracial, también el adoptado se sentirá más arropados ya que no se siente el único en esa situación.

Las actitudes y comportamientos de la familia adoptante y la familia extensa son factores más inmediatos que influyen en la manera en la que la adopción es experimentada e internalizada por la persona. Se pueden dar las denominadas “declaraciones microagresivas”; son informaciones que le llegan al menor sobre diferencias entre él y los otros miembros de la familia, es decir, de que al niño no se le ve como al resto de los miembros, por lo tanto es diferente, distinto, otro….

Significado de ser adoptado. Comprensión de la adopción en las distintas etapas.

Los niños en la etapa preescolar (3-5 años), empiezan a preguntar por el origen de los niños “¿de dónde vienen los niños?”. Es entonces donde se empieza a hablar de la adopción. Los padres le explicarán el proceso con palabras que puedan entender y en la medida en que el menor pregunta. En esta etapa los niños manejarán el lenguaje de la adopción aunque no tendrán una comprensión real de lo que significa. Por lo general, se tiene una actitud muy positiva hacia la adopción.

A partir de los 6-8 años comprenderán el significado de la adopción algo mejor, pero ahora cambiará esa actitud positiva de la edad preescolar, porque ahora se hará consciente de la pérdida que ha tenido. Es decir ahora piensan que no solo han ganado una familia sino que también han perdido a otra. Pueden recordar (o imaginar) lo que han perdido como una separación traumática.
El niño empieza a entender el proceso biológico y verá que hay diferencias entre él y sus hermanos (o entre él y otros niños con sus padres). El niño preescolar siempre ha definido a la familia desde conceptos emocionales, pero a partir de los 6 años la parte biológica cobra importancia y surgen dudas ¿los biológicos también son mis padres?
Más adelante sienten la necesidad de hacer preguntas a sus padres biológicos. Las primeras explicaciones que le dieron sus padres adoptivos sobre el motivo por el que fue dado en adopción (porque era joven… porque no tenía recursos económicos… porque estaba sola…). Con el tiempo no le va a servir porque el pensamiento del niño es más complejo y piensa alternativas; “¿por qué no buscó un trabajo?”, “¿por qué no se casó con mi padre?”… entonces se llega a la otra “verdad” / realidad (o posibilidad) de la adopción; “es que no me quería”.

En la adolescencia, etapa caracterizada por la búsqueda de autonomía, los aspectos físicos preocupan más, se inquietan mucho porque aparece el “¿a quién me parezco yo?”. Se preguntarán “¿de dónde vengo?”. Y podrán querer buscar su identidad a través de la búsqueda de su familia de origen biológica

Un ejemplo es una chica adoptada que con 14 años empieza a ser sexualmente activa, como su madre biológica que sabía que la había dado en adopción siendo muy joven. Empieza a buscar, como un deseo inconsciente, quedarse embarazada joven, tal y como le pasó a su madre biológica. Pero con la diferencia de que ella se quedaría con el bebé, se haría cargo del mismo, sin la necesidad de darlo en adopción.

Tenemos que entender la adopción como una pérdida ambigua. Se mantienen fantasías de búsqueda y de reencuentro. Si la pérdida no se reconoce por parte de los demás, el adoptado no se siente comprendido en su dolor. Se tiene que reconocer esa pérdida, se valida, para que el niño o adulto adoptado pueda hablar abiertamente de su historia.

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